LEIBNIZ Y SU MÓNADA

26.06.2012 17:40

UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE HIDALGO.

FACULTAD DE FILOSOFÍA, “SAMUEL RAMOS”

Karen Irene Cortés Maciel.

Sección 01, cuarto semestre.

 

“Leibniz y su mónada”.

 

De todo lo que puede aprender en este curso acerca de Leibniz fue mucho, con el cambian mucho mis percepciones sobre filosofía y me doy cuenta una vez más, que la filosofía puede ayudar a reconciliar a la sociedad y mejorar la calidad de vida. De entre toda la filosofía de Leibniz, me interesó un poco más su concepto y término de “mónada”, pues creo que así es como empezamos todos nuestra vida, y creo que así es como vamos aprendiendo, sólo abriéndonos al mundo es como lo haremos, por tanto empezaré a desarrollar la idea un poco más…

Mónada: del griego µᴏvἀς (monas, que es unidad) y -ἀδᴏς- (-ados que es relacionado con), podemos entender las mónadas como si fueran “átomos metafísicos” pues, como los átomos físicos, las mónadas son substancias indivisibles; por ser simples y carecer de partes, son indivisibles y como tales ni se han formado a partir de otros elementos más básicos ni podrán destruirse (des-componerse), su existencia y posible desaparición se deberían a la creación o aniquilación de Dios. En este sentido Dios es la mónada increada, simplemente “es”, es una representación total de lo real.

Se plantea que el universo en general está lleno de estas substancias independientes, y que no hay alguna igual, que todas entre ellas tienen un nivel de perfección distinto. Estas mónadas las entiendo como sustancias que no son materiales, que son como almas o mentes. Son un reflejo especular del universo, en función de su mayor o menor perfección, así cada mónada representa o refleja las cosas de diferente modo. Así cada mónada es parte de una mónada más grande, y están en el universo.

Ahora empezaré con lo que me interesa más de este término, que es el cómo aparecemos en el mundo, cuando alguien nace; nace una nueva mónada que es como arrojada en el mundo, pero esta mónada, como la entendí es el ser humanos en su estado original, es como si viéramos un cuarto cerrado, con todas sus ventanas cerradas al mundo.

Cuando llegamos al mundo “cerrados”, no tenemos una gran gama de conocimientos; después nos tenemos que abrir al mundo para poder empezar a conocer, y así poder tener una mejor estadía en el mundo con más conocimientos. La mónada siendo una unidad psico corporal, se va abriendo con el pensamiento.

Todas las cosas son mónadas, en tanto unidad y todas están conectadas entre sí. Cuando uno se desenvuelve como mónada y se abre, elige estar en el mejor de los mundos posibles, donde la confluencia de lo ideal con lo material hace el mejor de los mundos posibles.

Esto es en general lo que me gustó de las mónadas pues me gusta saber que si “abrimos”, podemos conocer más y es que en verdad cuando en la vida alguien conoce a alguien que parezca cerrado acerca de algún tema en específico, aunque tenga mucho que aprender no lo hará hasta que se abra a más opiniones y con esto pueda conocer más.

Por ultimo quiero decir que la filosofía de Leibniz me gustó mucho porque, con el equilibrio que plantea entre las filosofías y las relativizaciones o universalidades, me gusta saber que existe un punto medio como el de Aristóteles, que haya un equilibrio como también lo plantea Santo Tomás con su infinidad de grados entre A y B.