Vida y Obra

 

Por: Edgar Omar Flores Soria

Leipzig año de 1646, ve por primera vez la luz la última persona considerada como “genio universal”, ya que en su obra encontramos que con sus estudios abarco todas las ciencias que le fueran posibles desde la filosofía y el derecho, pasando por la lingüística, teología y matemáticas. No hubo saber de su tiempo con el cual no estuviera familiarizado. Estamos hablando de Gottfried Wilhem Leibniz, personaje alemán que durante su vida fue aclamado por las comunidades académicas, y que incluso después de su muerte existieron obras en donde se ve el fuerte aprecio que tenían por él, esto sin contar que muchas de esas publicaciones estaban fuertemente influenciadas por Leibniz.

Leibniz crece en el seno de una familia luterana en donde recibe una formación muy completa por ambas partes de la familia, ya que su padre, Friedrich Leibniz, fue un jurista y profesor de filosofía moral en la universidad de Leipzig; mientras que por el lado de su madre, Catharina Schmuck, fue hija de un profesor de leyes. A la muerte de su padre en 1652, la educación de Leibniz queda a cargo de su madre, un tío y por escritos dejados por Leibniz, de él mismo incluso. Se debe remarcar que desde muy temprana edad tuvo acceso a la extensa biblioteca de su padre; donde estudio minuciosamente el material que en ella se encontraba, tuvo especial preferencia por los libros de historia antigua y los escritos de los Padres de la Iglesia.

En 1661 inicia formalmente su educación en la universidad de Leipzig. La filosofía “moderna” de Descartes, Galileo, Gassendi, Hobbes y otros filósofos, no tenía gran impacto en los países germano-parlantes cuando el estudiaba la universidad; como resultado de lo anterior, la educación filosófica de Leibniz fue, sobre todo, de tipo escolástico, pero tuvo un poco de formación sobre el humanismo renacentista. Mientras se encontraba en Leipzig, conoció a Jacob Thomasius, quien tuvo una importante influencia sobre Leibniz, además de ser quien superviso el primer tratado filosófico de Leibniz titulado Sobre el principio de individuación (De principio individui). Más que nadie fue Thomasius fue quien infundio en Leibniz un gran respeto por la antigua filosofía escolástica, lo que produjo en Leibniz un deseo por conciliar la filosofía moderna con la filosofía de la antigüedad y el renacimiento. Después de que se le otorgo el grado de Bachiller por la Universidad de Leipzig, continúo sus estudios en la universidad de Altdorf. En 1666 publicaba la obra titulada Disertaciones sobre el Arte combinatoria (Dissertatio de arte combinatoria); un trabajo que mostraba un plan  acerca de un “lenguaje universal” y calculo lógico, esta materia le fascinaría y ocuparía por el resto de su vida. Como dato extra; Leibniz rechazo una oferta para ser profesor en la facultad de leyes una vez que obtuviera su título de Doctor en Leyes, la razón es que tenía en mente un futuro diferente.

En el mismo año conoció al Barón Johann Christian von Boineburg, un protestante convertido al catolicismo, quien le ayudo a conseguir un puesto en la corte del príncipe de Mainz. Mientras estuvo en la corte escribió una serie de trabajos filosóficos de teología, llamados Las demostraciones católicas, que son una manifestación del pacifismo que Leibniz mostro durante toda su vida. En esta ocasión presento un intento de mejorar la justificación para una reconciliación entre católicos y protestantes. Leibniz también pensó acerca de filosofía natural, teniendo finalmente la oportunidad de estudiar el trabajo de los filósofos modernos, el resultado fue un tratado escrito en dos parte en el año de 1671, llamado Nuevas hipótesis físicas (Hypothesis physica nova). La primera parte se titula Teoría del movimiento abstracto (Theoria motus abstracti) que dedico a la Academia de Ciencias de París; la segunda parte se titula Teoría del movimiento concreto (Theoria motus concreti) fue dedicado a la Real Sociedad de Londres. Pero estos trabajos no impresionaron a las audiencias por determinadas circunstancias.

Esto cambio en 1672, cuando el príncipe de Mainz lo envió en una misión diplomática a París, el centro de la ciencia y el conocimiento de su tiempo. Estuvo en París por cuatro años, en donde conoció a muchas personalidades del mundo intelectual tales como Antoine Arnauld, Nicholas Malebranche y el más importante, el físico y matemático holandés Christiaan Huygens. Este último personaje tomó a Leibniz bajo su tutela y le ayudo a mejorar sus conocimientos en filosofía, física y matemáticas. Otro factor importante fue que Leibniz tuvo acceso a manuscritos no publicados de Descartes y Pascal. Leibniz comenzó a concebir lo que eventualmente sería su cálculo diferencial y su trabajo en series infinitas, esto mientras leía los escritos de Pascal; estos datos los sabemos porque Leibniz mismo lo dice. En estos tiempos Leibniz también diseño una máquina capaz de calcular adiciones, substracciones, multiplicaciones y divisiones. En su viaje a Londres de 1673 aprovecho para mostrar sus diseños a la Real Sociedad.

A pesar de estar viviendo una vida intelectual en Paris, no todo era miel sobre hojuelas, ya que falleció su empleador, esto obligo a Leibniz a tomar otro trabajo. Encontró uno como bibliotecario del duque Johann Friedrich of Brunswick, quien gobernaba en Hanover. Cuando se dirigía a Hanover, hizo una parada los días 18 a 21 de Noviembre, en Amsterdam para reunirse con Spinoza, tres meses antes de su muerte. Según las notas de Leibniz, hablaron de la aún no publicada Ética de Spinoza. Los últimos años de su vida Leibniz los paso viajando a varias partes del mundo, además de servir en Hanover y sus alrededores, además de tener varios trabajos en la corte. Primero para Johann Friedrich hasta su muerte en 1680, después para Ernst Agust (de 1680 a 1698) y por último para el último hijo de la familia, Georg Ludwig, quien después se convertiría en George I de Inglaterra. Sus relaciones con Ernst Agust and Georg Ludwig no fueron muy buenas que digamos, pero fue muy cercano a Sophie, esposa de Ernst Agust y hermana menor de la princesa Elizabeth de Bohemia; con quien descartes tuvo una importante correspondencia filosófica.

Un dato curioso es que Leibniz se sentía sólo aislado de la escena intelectual de Europa, sin embargo tenía una correspondencia con al menos 1100 personas durante su vida. Los últimos años de su vida Leibniz los paso desolado, ya que se encontró envuelto en un debate con Newton y sus seguidores sobe quien descubrió el cálculo, incluso se le acuso de plagiar las ideas de Newton. Finalmente falleció el 14 de Noviembre en Hanover.

Fuentes:

https://plato.stanford.edu/entries/leibniz/ Visitada el día 26 de junio de 2012-06-26

Aiton, E.j.; Leibniz. Una biografía, Alianza Editorial, traducción de Cristina Corredor Lanas: Madrid 1992.